Un poco de historia del cine y de su tecnología

Al teclazo


El cine es un arte que maravilla al público desde sus inicios, el ser humano sigue sorprendiendo con los que implica este “Séptimo arte”, el cual sigue maravillando al espectador tanto como lo hizo en su nacimiento a finales del siglo XIX.


En 1895 los hermanos Lumière presentaron su invento, un cinematógrafo, invento que significó toda una revolución, porque con este aparato se podían grabar imágenes en movimiento y proyectarlas posteriormente, algo que intrigó a muchos otros genios que trabajaron arduamente en concretar ese deseo.



No se puede separar a estos dos ámbitos y querer verlos por separado sería ridículo, es por ello que al avance que significa el hacer una película va ligado a muchos otros más, como el avance para que sea exhibida, como lo menciona el profesor de la Facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, José Ricardo Chávez Mendoza en entrevista con el Conacyt.



“Para seguir con el ejemplo de su recepción/consumo, podemos observar cómo, en cierto momento, después de no contar con un público ni un espacio propios, el cine generó un público que, a su vez, requirió la existencia de un espacio particular para las proyecciones: la sala de cine, dotada de la tecnología necesaria para la exhibición de las películas”.


Y como abunda el profesor e investigador, “de la sala de cine como única alternativa para ver una película la tendencia se dirigió hacia ‘tecnologías domésticas’ como las videocintas y en la actualidad los soportes digitales".



No sólo eso, sino que el cine ha mantenido su avance gracias también a los nuevos implementos que se le fueron añadiendo con la investigación, como la integración de sonido a las cintas.



El cine sonoro pues fue el siguiente actor en escena en la historia del cine, ya que en los inicios, aunque en la cinta no se integraba como tal el sonido, en las funciones la música y los efectos se añadían en funciones a la par de la exposición del filme.



Esa búsqueda de una integración más directa comenzó a lograrse en 1879 con Eadweard Muybridge quien creó el Zoopraxiscopio. Además de él Thomas Alva Edison también trabajaba en desarrollar un aparato que pudiera hacer la unión de los dos elementos, presentando el Kinetófono.

Otros de los inventos que buscaban esta unión fueron el TriErgon, patentado por Josef Engl, Hans Vogt y José Massolle y el Phonofilm de Lee de Forest. Siendo el 6 de octubre de 1927, cuando “The Jazz Singer” aparece, cinta considerada la primera película sonora de la historia del cine.



Otro de los avances que también se buscaba en el cine fue darle color a las cintas, que ciertamente se empezaba a realizar de manera indirecta, ya que se pintaba a mano la cinta, posteriormente se buscaron otros medios para lograrlo, como el uso del TECHNICOLOR, que consistía en dos películas biocromáticas que se pegaban, siendo la primera película de color “Gone with the wind”



Muchas veces se piensa que tecnología en el cine se limita sólo al CGI (Computer Generated Imagery), pero se nos olvidan otros tantos avances que han logrado que el cine que vemos ahora sea más “avanzado” al de finales del siglo XIX, pero la tecnología en el séptimo arte es mucho más que eso, es la integración del sonido, del color, el hacer más largas en duración las películas, y sobre todo es la búsqueda de usar tecnología para generar imágenes que provoquen sentimientos en el espectador, como el miedo a una máquina de vapor que parece que va a embestir al espectador dentro de la misma sala de exhibición, que no sólo se hace mediante el uso de imágenes generadas por computadora, como lo demostró Georges Méliès en sus trabajos.



El cine no existiría sin la tecnología, porque como ya se dijo al principio, es una tecnología, que ha ido avanzando desde su propio nacimiento y que no piensa detenerse, porque el ser humano tiene muchas historias que contar y muchas formas en que se pueden contar.



Corte y queda… ¡Ah caray! Perdón, un pequeño desliz, este cierre no va aquí.

Fuentes: 





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