Hay que tener fe en la vida sin pensar en la muerte

La función de Méliès

“Enamorada” es una película de 1946, dirigida por Emilio “El Indio” Fernández, quien también participó en el guion, junto con Íñigo de Martino y Benito Alazraki. Cuenta además con música de Eduardo Hernández Moncada, fotografía del maestro -¡MAESTRAZO!- Gabriel Figueroa, y un elenco de oro conformado por: María Félix (Beatriz Peñafiel), Pedro Armendáriz (General José Juan Reyes), Fernando Fernández (padre Sierrita), Miguel Inclán (Bocanegra), José Morcillo (Don Carlos Peñafiel), Eduardo Arozamena (Mayor Joaquín Gómez), Manuel Dondé (Fidel Bernal), Eugenio Rossi (Eduardo Roberts), Norma Hill (Rosa de Bernal), Juan García (Capitán Quiñones), José Torvay (Maestro Apolonio Sánchez).

Cholula es asediada y tomada por las tropas al mando del general José Juan Reyes, quien es recibido por un merolico, quien cual hacendado convenenciero -¡Espera! Esa es otra película…- empieza a alabar a los revolucionarios como político en campaña –hay tradiciones que no pasan de moda y que quedan plasmadas en el cine… Para generar gracia, como en la vida real-, a lo que el buen general decide que se le detenga.

El motivo, que sirva de soplón indicando quiénes son los del dinero en el pueblo, qué cantidades manejan y también sus propiedades. Aunque a pesar de sus alabanzas primero se resiste a dar la información, pero se le termina convenciendo, por las buenas, ya que después de todo los llamó libertadores.

Mientras en casa de don Carlos Peñafiel están reunidos todos los que parecen intuir estar enlistados para cooperar con la causa, también se encuentra con ellos Beatriz y el padre Rafael Sierra, quien señala que fue compañero de Reyes en el seminario y se deja llevar para poder mediar por el pellejo de los ricachones.

Es Bocanegra, quien a la orden de conversión para la izquierda apuntando hacia el zaguán llega para llevarse a los “mecenas”. El primero al que se le pasa charola es don Carlos, quien se niega a apoyarlos y es arrestado, después se le pide cooperación voluntariamente a fuerzas a Fidel Bernal, el comerciante, que para salvar su vida es capaz de ofrecer a su esposa, cosa que le causa repulsión al general y a Bocanegra, quien no aguanta los lloriqueos del tipo, quien sería llevado al paredón, y le mete un tiro, no sin antes tomar los anillos que cargaba el buen Bernal, aunque quien se los queda es el general.

Y aunque no está en la lista Eduardo Roberts se acerca al general para pedirle un salvoconducto,  ya que quiere ir a la capital para comprar un vestido de novia, puesto que está próximo a contraer nupcias con Beatriz, además de que intercede por su futuro suegro; el general sin más se lo otorga y continúa con el pase de charola, el siguiente es el maestro Apolonio Sánchez, quien le expone su situación laboral, así que luego de darle unas monedas el mando militar le ordena reabrir la escuela.

Luego de la colecta el general empieza a charlar con su viejo amigo sobre cómo ambos son parecidos en sus metas en cuanto a buscar lo mejor para sus prójimos.

Posterior a la charla el padre acude a abrir la iglesia y el general a descansar en la plaza hasta que se topa con el “buen genio” que caracteriza a Félix, digo a Beatriz.

El miliciano empieza por todos los medio a tratar de ganarse el corazón de la chica, pero sin lograrlo, chocando de frente siempre con el desprecio que siente ella por los “de su clase” hasta que los dos tienen una discusión muy ríspida en la que Peñafiel insulta a las soldaderas, llamándolas mujerzuelas. Es aquí donde Reyes no aguanta más y le plantea ¿qué sería de ella si su cuna no hubiera sido de oro? Tal vez ella hubiera sido la mujerzuela.

Beatriz lo abofetea y él cansado de la arrogancia de la chica le regresa una, ante la escena su amigo el padre interviene llevándose un puñetazo en la cara del miliciano. Al final el párroco y la dama terminan hablando en el mismo lugar donde Reyes le preguntó a su amigo por la señorita, es ahí donde ella empieza a analizar que tal vez los motivos por los que Reyes pelea no son sólo armar alboroto y saquear pueblos cual vikingo.

Corte y queda.