Entradas

Mostrando entradas de 2012

Nuevo Inquilino (Crónicas del 760 de la Adolfo López Mateos)

Desde el escritorio de Usher Պ -Todo el cuarto se ilumina con las llamas que surgen de la marca que hay en el piso… 17 de octubre Hace una semana que me mudé al departamento 777 en un complejo ubicado en el 760 de la Adolfo López Mateos, tengo que admitir que no creía en historias de fantasmas y demonios, para mí eran cosas irrisorias, cada vez que escuchaba ese tiempo de relatos me reía sin parar al grado de que me dolía el estómago, pero desde que me mudé aquí no he parado de tener... pesadillas que provocan que me despierte a media noche, además que escucho alaridos que parecieran provenir de las paredes. Aún así me negaba a creer en habitaciones encantadas, así que empecé a elaborar mil y una teorías de los sucesos que pasaban en mi nuevo hogar, no pienso mudarme por lo que yo llamo niñerías, así que aún con lo que está sucediendo he decidido seguir habitando este departamento. (Nota al pie: Grabo este diario a partir del séptimo día de mi estancia aquí po

Quiero sacarte esos ojos (Crónicas del 760 de Adolfo López Mateos)

Desde el escritorio de Usher Se sentó volteando la silla, mirando a su presa, sabía lo que tenía y lo que iba a hacer, se paró, miró a su víctima con delicia, como saboreando la hazaña a realizar…- Natalia es una chica que da la apariencia de cualquier otra señorita, va a trabajar, vuelve a su casa, hace sus quehaceres y en las noches va a los bares a divertirse y tal vez a conseguir una aventura. Llegando la noche se arregla, se viste muy hermosa con un pantalón de mezclilla entallado, tacones rojos, una blusa negra con un bello escote y como siempre una sesión de maquillaje solo para resaltar su belleza natural. Sale sola, no ha llamado a sus amigas esta vez para que le acompañen en sus juergas, es así todos los últimos viernes del mes. Revisa que todo esté bien y se lleva su clásico encendedor de gasolina, luego de ir de un lado a otro por la ciudad pide al taxista que pare, desciende del vehículo y entra al bar, disfruta de la música, el ambiente, de la gent

Alice what have you done

Desde el escritorio de Usher  Sueños de los perros, días de verano establecidos, conscientes de resultados incongruentes. Miras de pronto a todos y no les ves, observas pájaros, dodos invisibles, ardillas inconscientes color blanco. Te metes en el agujero del conejo. Ves gatos, orugas, huevos, pero a ti no, solo reflejos tuyos, reflejos de realeza, ideas que no se concretan con nada. Vivir los días, un conejo, reír a carcajadas, aliméntate con el humo del tabaco de sabores. La oruga sabe de ti y te cobija, la reina sabe de ti y busca tu cabeza. La oruga te llama, dice sin parar tu nombre, hace sus oraciones a la reina blanca, te escucha, pero no te responde dice que a la reina no le corresponde, dice que la tierra es suya, pero no la toma. Hacer al final una historia en un bote, volver a Inglaterra es un sueño que quiere vivir. ¡Entonces! Cierra los ojos, cierra los ojos, sigue tu sueño y vuelve a vivir.

Cómete todo si quieres crecer grande y fuerte (Crónicas del 760 de Adolfo López Mateos)

Desde el escritorio de Usher De repente los dos viejos sintieron como el calor de su corazón regresaba, no querían dejar de ver al niño, de abrazarlo, de tenerlo a su lado….    En el 760 de la Adolfo López Mateos se ve que un hombre viejo sale del edificio, cabizbajo arrastrando los pies al andar, usa sombrero y un traje sastre viejo de color café, sus zapatos de charol negro gastado revelan un pesar muy grande al andar, parece que estos ya conocen el camino y son los que guían su paseo.   Mientras tanto en el 569 del edificio que acaba de abandonar nuestro gastado caballero una dama prepara la casa, con un sacudidor va añadiendo polvo a cada habitación y cambiando el panorama, transformando el novísimo refrigerador con dispensador de hielo y demás complejos sistemas en un Kelvinator, la estufa con encendido electrónico era sometida a una  transformación similar.    Parecía que todo volvía a un tiempo remoto, a una historia remota, a una vida remota al simple toque de las plumas del sa