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Aviso, se busca

Desde el escritorio de Usher ¿ Existes? ¡Por supuesto que no existes!, eres sólo un sueño de esta mente sin sentido mía que te observa desde un punto. Desde un plano que no parece ser este.  El problema aquí entonces es, ¿cómo es que existes?.. Bailas, juegas, me sonríes, te preocupas, te entristeces y jugamos al deseo, al sexo, al pudor de tomar tu cuerpo entre mis manos, recorrer tu piel de ángel, de muñeca de porcelana, blanca, pálida, pero llena de fuego; de besar tus labios delicados y rojos como la sangre. Sentir como tu mirada de un azul profundo me cuestiona y se llena de furia cuando te enojas o alegría cuando jugamos a fortalecer esa conexión perfecta que tenemos, cuando sabemos todo lo que siente el uno del otro, todo sin expresarnos la más mínima palabra. Los te amo, las cursilerías y demás cosas ñoñas de novios sosos nos sobran. Amo que seas tan delicada de figura como una muñeca de porcelana, pero con una actitud aguerrida e independiente... ¿Estaré...

No te enamores de mí…

Desde el escritorio de Usher Yo no sirvo para esas cosas. Como gente y escupo sus sueños. Pierdo el tiempo comiendo carne humana y pateando animales con ternura. Pienso en lo eterno de los ojos y quiero devorarlos. Después de todo. ¿De qué te sirve alguien que no ha leído el horóscopo de hoy? ¿De qué te sirve alguien que solo ve la manera de beber sangre? ¿De qué te sirve alguien que patea perros? No necesitas a alguien como yo. Necesitas, tal vez, alguien con la cordura suficiente para saltar al vacío sin vacilar. Y yo… yo lo pensaría dos veces antes de arrojar a alguien. Pero no te preocupes… A veces soy tan dulce como el cianuro o la cicuta. A veces considero mi dieta y pongo  lechuga junto a la cabeza cercenada A veces bebo dos litros de sangre al día para mantener la figura. Yo sólo soy uno más y tú, esa otra chica que no es… Algunas veces sólo soy algo en el camino, ya se te pasará. Tú sólo sigue de frente y admira el paisa...

¿Cómo se hacen las nubes?

Desde el escritorio de Usher Tonatiuh estaba sentado ya a la mesa mientras su madre Tonantzin preparaba la mesa y servía la comida. El niño miraba hacia la ventana y admiraba el paisaje cuando preguntó: -Madre ¿cómo se hacen las nubes?- La madre terminó de servir la mesa para su hijo y ella, se sentó a la mesa y mirando hacia la ventana le dijo: -Muy temprano, antes de que se despierte el sol, antes de que se despierten los gallos, antes de que se despierte la gente que trabajará en el campo, se levanta una gran señora, alta, muy alta, se sienta sobre el Popocatépetl, se acomoda su telar de cintura y con un hilo blanco y suave, muy suave comienza a tejer las nubes-.

Abre a:

Desde el escritorio de Usher Buenas noches Saint Louis… Se prende el foco de la lámpara de mesa como una alarma en el cuarto de Jake y Addry. Él -que duerme en el sillón- se acomoda en la cama al lado de ella, la abraza y hace como que está dormido. Cinco minutos después entra en la habitación una pequeña niña pelirroja de unos cinco años. -¡Papi, mami, ya es el día, ya es el día!- La pequeña niña salta a la cama emocionada, sus padres comienzan la rutina de despertarse. -Vamos a arreglarnos para este día princesa y dejemos que papi lo haga- Addry toma a la niña en brazos y la lleva a su cuarto para vestirla y peinarla. Jake también se viste y se arregla; se sabe el guión de memoria para este día, ir al parque con su hija y Addry, fingir que son la pareja ideal, tomarse de la mano (20 dólares), darse un beso tierno (15 dólares cada uno), abrazarla por la cintura (35 dólares), beso apasionado frente a la familia (70 dólares). Toca Addry  a la puerta de su cuarto:...

Calavera

Desde el escritorio de Usher Buenos y santos días señora muerte, buenos y todo lo santo que pueden ser en su presencia, siempre la misma suerte, siempre la misma insolencia. Uno tan quieto y santo en el lecho, soñando con la eternidad, sueña que sueña con las estrellas de techo, y usted insolente sumida en la vaguedad. Deme su beso señora muerte. Deme lo santo de la vela y el incienso. Siempre brilla usted con suerte, y uno reblandece tieso. Mezcla de cempasúchil y alimento, pa’ que cuando retache me sienta vivo, olvide el frío de la tierra y el cemento, y que me evite el olvido. Siempre tan refunfuñona, flaca, llévame con música y pulque no sea rejega señora calaca ande, ande, baile y baile, chupe y chupe. Ya no hay de otra, ya al panteón.  Sea aste flojo o trabajador. Gordo o flaco pa’l panteón, seriecito o hablador. Que el sepulcro no respeta, a quien en él se meta. ...

Visita

Desde el escritorio de Usher Sabes, hace mucho que no caminaba por aquí… Tanto tiempo de no verte, de no saber que estabas aquí, para mí. Yo pensé que tu espera había acabado, se había ido en el viento frío del primer invierno. Pero te encuentro aquí y no sabes la alegría que me provoca el encontrarte ahora, aquí en este tiempo y en este espacio.  Me gusta que sigas siendo tan reservada sabes, nunca nada más allá de tu dulce sonrisa, de tu tierna mirada. No sabes… cuánto lamento el haberme alejado por tanto tiempo de tu lado… Y ahora duele el hecho de que sólo puedo verte por momentos, que a veces pasan efímeros en el reloj…  Hay tanto que contarte, tanto que mostrarte, pero el tiempo se me vuelve insuficiente, ¿no sé si la vida sea suficiente? Muero porque sepas cuántas veces vi tu rostro en las estrellas de esas noches de trinchera… Fue maravilloso… -Señor se acabó su tiempo- -Nos vemos Helen, volveré mañana- La besé como siempre y como siempre la dej...

Viva ¿qué?

Desde el escritorio de Usher Aquel 15 de septiembre estaba yo en… no sé. ¿Qué más tienes para mí mundo? No soy tan nacionalista como los demás quisieran que fuera. No te confundas, me encanta el sabor del café veracruzano o chiapaneco –son los únicos que compro-, pero no compro nacionalismos momentáneos o futboleros. Que si apoyar a la selección mexicana en el mundial. No, yo le voy a Alemania, gracias. Que si fiestas patrias con mariachi, tequila y esas cosas del grito. Lo siento, ocupo mi tiempo en mejor amar a mi país y a mi historia de otra forma. Siempre me ha gustado más el estar paseando por paisajes maravillosos y pueblerinos, buscar elementos cotidianos que siempre escapan a la vista en el tráfico, las prisas y la velocidad indiferente de la “Ciudad de hierro” o los “ranchos electrónicos”. Siempre he preferido y siempre preferiré la eternidad de el Día de Muertos, con su olor a pan de muerto recién hecho, el chocolate en las calaveras, el viento en su papel picado, el ...