A quien corresponda

Desde el escritorio de Usher

Hola, aunque ¿no sé a quien dirigir este texto? Ya que por varias circunstancias no pude conversar como hubiera querido contigo aquel día y no he podido conversar contigo de nuevo. Quiero confesar que aunque suene muy tonto y trillado, fuiste lo mejor que me pasó ese día. 

Tengo que empezar mi relato señalando que el día empezó mal cuando tuve que batallar para poder salir de mi departamento con destino a mi trabajo y para continuar la mala racha había olvidado un documento muy importante en la mesa del comedor.

Cuando llegué al Metro afortunadamente nada pasó fuera de lo normal, digo, ya sabes, las colas interminables para comprar los boletos, y luego más interminables a la hora de ingresar a los andenes, y aunque al llegar al trasbordo, un extraño presentimiento me invadió de que esto se podría poner peor, de pronto apareciste tú, una chica hermosa de amarillo.

Fue en el andén en la dirección a mi trabajo donde te alcancé y un "hola" apareció mecánico en mi boca, volteaste y tus ojos llenaron los vacíos en mi cerebro para que luego un "hola"saliera de esos hermosos labios pintados de negro.

Conversamos y el tiempo pareció detenerse, el segundero caminó demasiado pausado en todos los relojes, mientras tú y yo reíamos y disfrutábamos de los temas que salían de nuestras bocas, todo de pronto se compuso, ¡Al diablo mi casera! ¡Al diablo la gotera en el baño! ¡Al diablo el papel en la mesa de mi comedor!

Sin embargo hablamos de todo, menos de cómo poder encontrarnos de nuevo y después salí impulsado por la marea de gente de siempre en la estación a mi trabajo mientras tú continuaste tu trayecto. 

Y desde ese momento busco cómo  volver a encontrarte, quiero volver a cruzarme contigo en el anden y esta vez no quiero dejar ir la oportunidad de conectarnos de nuevo todo el tiempo.

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